Se ha creado un espacio con una imagen acogedora donde la tecnología esta dispuesta de tal manera que permanece en un segundo plano y solo hará acto de presencia cuando se haga uso de la misma. Todo ello contribuirá a humanizar el espacio. El predominio del blanco junto al acabado tipo madera clara y el mobiliario sobrio y confortable contribuirán a pasar una velada agradable.
Nuestro planteamiento es crear un escenario que pueda cambiar de función, un lugar para crear y mostrar el “arte culinario”. Par ello, el escenario del laboratorio de ideas entra en acción, donde los actores (cocineros) elaborarán sus creaciones. En este espacio el método y la disciplina transformarán el lugar, dando paso a un “baile” de cocineros, como los que caracterizan a las cocinas de los grandes restauradores, los comensales son los espectadores “privilegiados”.