Gurtubay Arquitectos junto con Gorka Uriarte, resultan adjudicatarios del Concurso convocado para este edificio en 2019 .En la ubicación de la antigua cervecera y de alguna manera queriendo recuperar el espíritu de la misma, Getxo Kirolak propone generar un edificio que signifique el sentido social del deporte, dando espacio a reuniones/celebraciones de los equipos deportivos, o para actividades/exposiciones/proyecciones relacionadas o como espacio para apoyo de nuevas empresas locales que quieran desarrollar sus productos relacionados con el deporte. Estas actividades concretadas en el programa, han sido fruto de un proceso de participación ciudadana donde lo futuros usuarios de la instalación definieron los usos, pero también en el carácter y sentido del edificio; un edificio abierto, inclusivo y ciudadano. Esto es, un espacio puesto al servicio de la ciudadanía, de uso popular relacionado con la parte social del deporte, el equipo y la relación de las personas. Dadas las necesidades surge como resultado un edificio transparente en su fisionomía y en su gestión, en el que se ve lo que hay dentro, invitando así a entrar al transeúnte. A su vez, es un edificio de poco consumo situado en un entorno natural que muestra una imagen cercana. Considerándose así un edificio referente de cómo la sociedad de Getxo quiere vivir, En cuanto a la forma, la primera parte del volumen, situada la más cercana al vial municipal, se trata de un espacio exterior cubierto y parcialmente cerrado en uno de sus laterales por un edificio bajo cubierto y cerrado que servirá al primero ubicando en él los aseos, almacenes y oficio. La segunda parte, mantiene un carácter parecido al descrito, pero se muestra un poco más abierto ya que parte de su cubierta desaparece para dejar paso al importante pino existente en el lugar y que se quiere mantener. Ésta característica casa con la voluntad de esta zona, ya que tiene una función de paso o comodín a los usos que le son adyacentes. La tercera parte, la que se sitúa más alejada del vial municipal, se trata de un espacio cerrado y aclimatado, donde se desarrollan usos en dos plantas. Para albergar esta segunda planta y seguir manteniendo la imagen de volumen unitario, se decide mantener la misma volumetría en la sección de las aguas que miran hacia el municipio, pero al llegar a la cota de cumbrera de las otras partes de la volumetría, se sigue ascendiendo hasta alcanzar la cota necesaria para la planta elevada. Esta volumetría ampliada se muestra en la trasera del edificio y en su encuentro con la trasera de las gradas del campo de fútbol.